martes, septiembre 25, 2007

El cuaderno de Juan (The Notebook)

Despues de mucho meditarlo, decidi transcribir algunas partes del cuaderno de Juan. Creo que enriquecen la historia y por eso lo comparto. Son simples trozos de texto, sin mas formato que el sentimiento. Espero lo disfruten. (Este que transcribo primero es parte de "eso que escribia")

"Cubre mis ojos y desearé que el sol nunca se ponga,
y durante la eternidad del día descubriré lo inútil que es ver,
y mis ojos echarán raíces en tus manos buscando la savia caliente y roja que te da vida,
y cuando lleguen a lo profundo de tu corazón, tus sentimientos latirán en mi mente,
entonces mi razón sabrá lo que mi corazón siempre supo,
y volveré a ver, pero ya no como antes, pues no necesitaré del día,
porque tus manos habrán detenido el tiempo en un eterno amanecer…"

viernes, septiembre 07, 2007

Unas (Otras) Palabras del Autor

Hay dos citas que a decir verdad no se si son apócrifas o no, pero que tienen en común la frescura y la irreverencia de los actos espontáneos que nos conectan con el acto creativo. Estas citas me han inspirado a concluir en lo que para mi, es la cita que mejor describe el acto creativo del cual nace El Camino de la Iguana.

La primera pertenece a Salvador Dalí: “Si Dalí no hubiera creado el surrealismo, el surrealismo hubiera creado a Dalí”.

La segunda pertenece a Dalmiro Sáenz: “Escribir sobre uno mismo es muy difícil, es mucho mas fácil escribir sobre una mesa”.

La tercera es la mia: “Finalmente encontré la explicación a la cosas inexplicables: no tienen explicación”.

Por eso, cuando días pasados conversaba con Claudio Diaz, quien tuvo a su cargo la corrección de estilo de El Camino de la Iguana, acerca de los personajes y del desarrollo que cada uno había tenido, me quedé reflexionando sobre la cantidad de explicaciones innecesarias que se dan con el solo objetivo de tratar de explicar lo inexplicable, sea porque la explicación pertenece a un plano distinto al de la razón, o porque la explicación es en realidad una interpretacion que cada uno hace en su interior conforme su deseo; y como todo lo que surge del deseo es placentero, les dejo ese placer a los lectores, placer que por supuesto comparto.

Escribí “El camino…” porque lo sentí así: como un dique que se desborda por demasiada lluvia. Ahora la obra le pertenece a ustedes, los lectores, lo mismo que los personajes y las historias que se tejen entre las tapas. Siéntanse, por lo tanto, en la absoluta libertad de hacer con todo ello lo que se les dé, en sentido amplio, la Real Gana.

Un gran abrazo a todos.